Aporte de Glutamina en cáncer
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DIARIO MÉDICO.COM
ONCOLOGÍA
Miércoles, 15/11/00
Su empleo no está extendido porque se ha ceñido al terreno experimental
El aporte exógeno de glutamina protege del daño de antitumorales
Proteger a las células normales del daño ocasionado por los tratamientos antitumorales es uno de los principales intereses de los oncólogos. En una reunión sobre oncohematología pediátrica, celebrada en Murcia, los especialistas han explicado las sustancias candidatas a ser citoprotectoras.
Adela Cañete.
Foto: Pilar Laguna
El aporte exógeno de glutamina mejora la función inmune y el balance nitrogenado, aumenta la actividad de las células natural killer (NK), protege la mucosa intestinal y sensibiliza a las células tumorales frente al daño celular (glutation), según ha explicado a DM Adela Cañete, adjunta de Oncología Pediátrica en el Hospital La Fe, de Valencia, que ha destacado los beneficios para el paciente de este citoprotector frente a la amifostina.
Durante su participación en una Jornada de Actualización en Terapias de Soporte en Oncología Pediátrica, celebrada en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, de Murcia, la experta ha definido los citoprotectores como sustancias farmacológicas que, a modo de armadura, impiden de forma selectiva que determinadas células sufran el efecto lesivo de los agentes terapéuticos, y a las que se pide que, además de proteger a las células normales, no disminuyan la eficacia antitumoral del tratamiento.
Reducir riesgos
Aunque se conocen desde hace décadas, su uso no está estandarizado porque, excepto algunos como el mesna o el tiosulfito, la mayoría se han estudiado sólo a nivel experimental, según esta oncóloga, que ha expuesto los usos y propiedades de la amifostina y la glutamina. "La amifostina protegería a las células de todo el organismo frente a la acción de los radicales libres y no actuaría sobre las células tumorales, ya que el pH que hay en el microambiente tumoral es contraproducente para su metabolización".
Aunque la experiencia en pediatría es cada vez mayor, no está demostrado que proteja o disminuya la toxicidad hematológica o renal al cien por cien. En opinión de Cañete, "es necesario desarrollar más estudios, pero ya se ha comprobado que la tolerancia de los pacientes a este profármaco es regular y tendremos que hacer balance de su uso". Entre los efectos que conlleva su uso clínico ha destacado la emesis transitoria, hipocalcemia e hipotensión. Además, ha señalado la dudosa eficacia en quimioterapia con infusiones prolongadas o drogas de larga vida media.
En cuanto a sus recomendaciones ha advertido que la amifostina puede considerarse para disminuir la nefrotoxicidad provocada por el tratamiento con cisplatino, y que, aunque podría usarse para reducir la neutropenia producida por agentes alquilantes, también pueden considerarse otras alternativas, como son la reducción de dosis o el uso de factores de crecimiento.
"El empleo de esta sustancia puede ser útil para disminuir la incidencia de xerostomía aguda y tardía en pacientes que han recibido radioterapia fraccionada por un tumor de cabeza y cuello, pero no está claro su papel protector en la mucositis inducida por radioterapia. Otros usos, todavía en fase de experimentación, serían en síndromes mielodisplásicos para estimular a los progenitores hematopoyéticos, y la purga de médula ósea con tratamiento fotodinámico, que podría actuar como citoprotector de los progenitores".
Glutamina
Para la oncóloga, el beneficio del uso de la glutamina en pacientes es más evidente. "La glutamina es un aminoácido no esencial de nuestra dieta y el más abundante en la sangre. Ejerce una acción citoprotectora del intestino y del hígado, como se ha demostrado en experimentación y en algunos estudios clínicos. No disminuye la eficacia antitumoral de los fármacos ni tiene efectos secundarios, por lo que creemos que debe estudiarse más a fondo", ha indicado Cañete, subrayando algunas de sus características: precursor de síntesis de nucleótidos; activador de la síntesis proteica e inhibidor de su degradación; activador de la síntesis de glucógeno; sustrato metabólico para células de replicación rápida; acción inmunológica e influjo en el agua corporal.
Esta sustancia ya se ha utilizado en estudios prospectivos realizados en sujetos con leucemias y tumores sólidos que han recibido ciclos quimioterápicos y radioterapia abdominal, observándose que mantiene los niveles de glutation y protege a las células del daño por radicales libres.
Familias
El tratamiento con factores de crecimiento puede tener una serie de aplicaciones diferentes del soporte en oncohematología, ha indicado Juan José Ortega, del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona. "El uso de estos factores que estimulan el crecimiento celular facilita el desarrollo de investigaciones experimentales y clínicas de cultivos celulares. En esos trabajos, como son los destinados a expansionar células progenitoras, se utilizan sistemáticamente combinaciones de factores estimuladores del crecimiento y también se están analizando sus propiedades para recuperar mayor número de plaquetas; se usan igualmente para actuar a niveles superiores".
Hasta ahora hay sólo tres factores que se utilicen sistemáticamente: la eritropoyetina, que estimula el desarrollo de los glóbulos rojos; el GCSF (factor estimulador del crecimiento de colonias granulocitarias), que facilita la recuperación y el aumento del número de los granulocitos o neutrófilos, y, de la misma familia de factores de crecimiento que el anterior, el GMCSF, que aumenta los granulocitos-monocitos.
Pilar Laguna. Murcia
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